POR UNA SOCIEDAD MÁS LAICA

Siguiendo últimamente la actualidad es casi imposible no coger un papel y un lápiz y ponerse a escribir. Un ejemplo sería la manifestación en defensa de la Familia, que ha suscitado en mí la necesidad de decir algunas cosas...

La cúpula de la iglesia católica, con el Papa a la cabeza y no con los católicos o al menos no con la mayoría, lleva estos últimos cuatro años demostrándonos que el dicho de “cría cuervos y te sacarán los ojos” se hace realidad. No estaría mal que los católicos que están en contra de la forma de actuar de sus representantes lo mostrasen más claramente para evitar equívocos y para poner a cada uno en su lugar.
Después de haber sacado sus casullas más rancias a pasear varias veces (por cierto, demasiadas veces) gracias al sistema democrático que tenemos, imperfecto, pero democrático, después de eso resulta que las altas jerarquías (que como su propio nombre indica de demócratas nada de nada) de la mano de la derecha más diestra se ven obligados a salir a la calle ¡válgame Dios! A DEFENDER ellos LA DEMOCRACIA, que tanto sufrimiento, tanta lucha, tanta cárcel les ha costado precisamente a esos curas y obispos. ¡Cuánta hipocresía! ¡Qué merito tiene la democracia de no salir huyendo de semejantes personajes! Y qué suerte tienen algunos de poder usarla sin haber hecho nada para conquistarla. Y llevados de esos aires de libertad, no dudan en animar y jalear las ideas más retrogradas en defensa de algo que nadie ataca: La Familia.
Quizás yo sea cortita, o quizás mi idea de lo que es el respeto a los demás me impida ver tantos peligros, el reconocimiento de derechos a personas que los han tenido cercenados ¿en qué amenaza a mi familia? ¿Quién se siente obligado a ejercer esos derechos si “SU MORAL O SU RELIGIÓN” no se lo permiten?

Ya está bien de tanta manipulación de las ideas, y de tanto meter miedo de lo que se rompe, aquí lo único que se rompe es el respeto a las distintas formas de pensar y de vivir cada cual de acuerdo a su conciencia, tenga creencias religiosas del tipo que guste cada uno, o los que no las tengan. Esa forma de ver las cosas creo que se conoce como Laicismo.
Y por cierto, también arremeten contra el Laicismo como un peligro. Otra manipulación del lenguaje que no es inocente. Me gustaría pensar que gente tan implicada en una religión concreta, no ataca gratuitamente una forma de libertad de creencias, que cada cual es libre de tener y defender. Sobre este tema me gustaría aclarar algo que últimamente se viene dando por supuesto, y es que las personas laicas luchamos contra las creencias. Nada más falso.
El laicismo es justamente el reconocimiento y por tanto, el respeto a todas y cada una de las creencias y también a los que no tienen ninguna, lo que no quiere decir que no tengan sus principios y su ética.
Si se tiene la sensación de que las ideas Laicas van contra la religión católica es solamente porque en este país, es la religión que con mucha diferencia tiene y quiere conservar privilegios que van en detrimento de los demás, y sobre todo, porque esos privilegios son a costa de los impuestos del Estado, que deberían ser para garantizar A TODOS los derechos más elementales: sanidad, educación, infraestructuras etc.
Y las actividades privadas como son las creencias religiosas, son eso: PRIVADAS. Por lo que cada uno se pague la suya. Creo que no es tan complicado de entender.

En este país, “porque tenemos democracia” votamos para elegir quién nos gobierna y hasta cuándo, porque no todo vale.
Sería bueno que este Gobierno fuera consciente de que ha cateado el curso en cuanto a sus relaciones con la Iglesia Católica, tanto en lo referente a la asignatura de religión como al tema de la financiación. Y si siendo el Gobierno tan blandito con los obispos, tan generoso con los impuestos de todos, sean creyentes o no, de esa religión, de otra o de ninguna y tan políticamente correcto, acudiendo nuestra Súper-Vicepresidenta a los actos de la curia en representación de no se sabe quién, si creía que con ello iba a conseguir que les hicieran la campaña electoral entre sus seguidores, nada más lejos de la realidad.

En las próximas elecciones generales el Gobierno Socialista corre el riesgo de pagar el coste de la posición que ha mantenido en sus relaciones con la iglesia Católica. Hay que ser más consecuente y tener en cuenta el dicho de que “no se puede estar repicando y en la procesión”.
Espero que seamos muchos los que pidamos explicaciones o actuemos en consecuencia de cómo este Gobierno que ha sido capaz de hacer buenas Leyes tocando aspectos sociales importantes con la presión y el apoyo de la izquierda, sin embargo “ha olvidado” aspectos importantes como la eutanasia, el aborto o sus relaciones con la iglesia entre otros. En el afán que están poniendo en recoger votos por la derecha pueden perder los suyos propios.


Cristina del Rio Alonso
Miembro de la Asociación Laica de Rivas

Rivas- Vaciamadrid, a 7-1-2008