Existe un soterrado malestar en las filas del PSOE por el “freno” que sus dirigentes están ejerciendo a los avances laicos requeridos por la militancia en su último congreso. Según difundió Público, hubo incluso parlamentarios que salieron disgustados por el rechazo de su partido a las propuestas de IU para avanzar en la laicidad del Estado. ¿Hasta cuando el “hoy no toca”?, se preguntan.

El interrogante causa perplejidad a quienes nos tomamos en serio esto de la laicidad. ¿Pero cuando y donde ha dicho el PSOE que “tocará” cuestiones laicas que puedan parecerse a las que IU ha llevado al Congreso?¿Cuando el PSOE ha hablado de denunciar los acuerdo con el Vaticano de 1979, nudo gordiano que ata los múltiples privilegios de la Iglesia católica que convierten a nuestro Estado en confesional de hecho?
La “laicidad” del PSOE está muy definida en el capítulo dedicado a ella en su programa electoral para 2008-2012. Y sus militantes (y electores) deben estudiarlo para no llamarse a engaño, para no confundirla con la que los laicistas defendemos: libertad de conciencia sin discriminaciones entre creencias religiosas o no; separación Iglesia Estado; escuela libre de dogmatismos… ¿Es esto lo que quieren? Pues no es esto de lo que el PSOE habla. Ojo, el PSOE, no tal o cual militante, sino la postura oficial del partido como tal y la que sus dirigentes llevan a cabo.
La laicidad del PSOE, no va más allá de una recortada “libertad religiosa” que atienda algo a las confesiones religiosas de “notable arraigo” (menos del 2% de la población), pero sin recortar los enormes privilegios que el concordato pone en manos de la jerarquía de la Iglesia Católica. Esto significa:

1. Persistir en el absoluto desprecio de las creencias no religiosas. Ateos y agnósticos, que representan el 18% de la población (¡diez veces más que las religiones emergentes!) siguen despreciados, ignorados por el PSOE, salvo a la hora de cobrarles los impuestos con que pagan sotanas, obleas, enseñantes de dogmas en la escuela e iglesias. Gracias a la política de “libertad religiosa” del PSOE pasarán también a pagar su cuota en mezquitas y sinagogas. ¿Avance laico?

2. Persistir en el brutal engaño que significa confundir las creencias católicas, que auto declaran el 80% de la población, con la “creencia” dictada por la jerarquía eclesiástica, a pesar de que más de un 60% de tales católicos no solo no son practicantes, sino que sus conciencias son radicalmente opuestas a los preceptos emanados de tal jerarquía. Ejemplo: encuesta del CIS: el 66% de la población aprueba los matrimonios homosexuales, ¡a pesar de los dos ciscos montados por la Iglesia! Consecuencia: la relación que mantiene el Estado con la Iglesia Católica entrega un poder económico a su jerarquía que es usado para conculcar la libertad de conciencia de la mayoría de católicos.

En resumen: solo una Ley de Libertad de Conciencia que se levante sobre las cenizas del Concordato y de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa es horizonte para el avance de la laicidad. Y nada de eso hay, negro sobre blanco, en el programa del PSOE. Por eso no debe sorprender que Zapatero y Fernández de la Vega acaben de asegurar al número dos del Vaticano que el Concordato permanecerá inmutable y que las posibles modificaciones de la LOLR no modificarán los privilegios de su iglesia.

Así que no se sorprendan los militantes laicos del PSOE por el rechazo a todas las propuestas laicas de IU; no es que “hoy no toque”, es que “no tocará”. Si creyeron lo que un día dijo Zapatero de que “el laicismo es el ADN de la democracia” (¿qué malintencionado se lo soplaría?), o dan un vuelco al partido para hacerlo realidad o emigran de él.

Jesús Espasandín López.

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