CONTESTACIÓN AL SR. CUETO BRAÑA
No alcanzo a comprender cómo es posible que nos admire cuando, según
usted somos “profundamente subjetivos”, ofrecemos “información sesgada”,
tenemos un “tufo anticatólico”, y demás lindezas. Sinceramente,
o ud. finge sentimientos contrarios a los que tiene o se complace en sentirse
humillado o maltratado.
Aparte de lo peculiar de su léxico ¿”os subís a la subvención”?,
le informo de que la Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid no ha recibido
un solo euro de subvención, pero en caso de que decidiéramos
solicitarla, tendríamos todo el derecho a recibirla, de acuerdo con
la legalidad vigente. Por sus palabras deduzco que, sólo en el caso
de que los ciudadanos decidieran que gobernara un partido paraconfesional,
obviamente de su gusto, y arrasara con la política de participación
asociativa puesta en marcha por este Ayuntamiento, se subvencionaría
fundamentalmente a asociaciones confesionales y volvería la tranquilidad
a su espíritu.
No dice ud. la verdad respecto a nuestra página web: no encontrará
en ella un solo insulto hacia la Iglesia católica (Ic, en adelante).
Somos respetuosos con todas las creencias, incluidas las católicas.
Es el principio básico del laicismo. Lo que ud. quiere decir es que
somos muy críticos con los privilegios de que goza la Ic en España,
siendo como es un Estado aconfesional. No deben seguir pervirtiendo el lenguaje
ni confundiendo a l@s ciudadan@s: ¿criticar sus privilegios es atacar?
Ud. mismo.
Respecto a las colaboraciones y documentos ajenos que figuran en nuestra web,
somos coherentes con nuestra libertad de conciencia y las reflejamos como
las expresan sus autores. Aquí no existen censuras ni inquisiciones.
En lo que se refiere al cementerio, no nos molesta la impropia actual denominación:
es que no se corresponde con la realidad de hoy día. Es un cementerio
municipal, propiedad de tod@s l@s vecin@s de Rivas, sean cuales sean sus creencias
y, por tanto, no puede tener una denominación confesional. El que esté
lleno de cruces no modifica su estatuto jurídico formal. Le recomiendo
la carta de contestación sobre el asunto que figura en nuestra web.
Si sus víscerales ideas se lo permiten, intente descubrir diferencias
entre Educación para la Ciudadanía en un Estado democrático
y Formación del Espíritu Nacional en un Estado dictatorial;
haga el esfuerzo de jugar a las diferencias, y seguro que encontrará
más de siete. Aunque después de referirse a la “religión
laica ultrasocialista”, (¿realmente le parece que hay algo “ultra”
en el socialismo español actual?) ya no me cabe duda: ud forma parte
de la pequeña “gran familia” ultracatólica a cuyo frente están
los srs. Rouco, Cañizares y Martínez Camino, esas personas de
religión, cuyo juicio templado y palabra prudente tanto están
haciendo por el entendimiento entre los españoles de todas las creencias
(religiosas o no) y a favor de los valores cívicos en este principio
de siglo. Pregúnteles por qué el Estado Vaticano tiene pendientes
de firma más de 100 documentos (Protocolos, Convenciones, Pactos) de
ámbito mundial relacionados con la defensa de los derechos humanos.
Afortunadamente, por el contrario hay miles de católicos que practican
las virtudes cívicas cotidianamente, son portadores de valores democráticos
y se preocupan por ser un factor de entendimiento y solidaridad en la sociedad
actual, ejerciendo su libertad de conciencia y creyendo en la igualdad (de
derechos) de todos los seres humanos. Y además reniegan de los actuales
privilegios de la Ic en España.
Su último “exceso”: compara los 2000 años de existencia de la
Ic con nuestra modesta existencia (2 años) y se pregunta que algo tendrá
la iglesia para haber durado tanto y que dónde estará nuestra
Asociación dentro de 100 años. Nosotros no tenemos pretensión
de eternidad. Nos conformamos con que en ella hombres y mujeres tengan los
mismos derechos; no existan “pastores” ni, por lo tanto, “rebaño”;
no expulsamos a nadie por razón de sus ideas; no aspiramos a convertirnos
en Estado y jugar con las dos barajas del poder temporal y el espiritual;
en nuestra Asociación no existe ninguna jerarquía monolítica
con una persona en su cúspide ejerciendo un poder absoluto. En definitiva,
somos una Asociación en la que todos sus miembros ejercen la libertad
de conciencia, la igualdad y, por tanto somos titulares de derechos (humanos,
no divinos). Algo que una Sociedad tan conservadora y poderosa como la Iglesia
católica no puede decir aún, tras dos mil años de existencia.
Enrique Ruiz del Rosal
Presidente de la Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid
http://perso.wanadoo.es/laicorivas